Buen Pastor
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días.
⎯ Salmo 23:6 (LBLA)
Recuerdo vívidamente un momento de mi vida que estuvo envuelto en oscuridad por allá del 2016. Este periodo en mi vida me desafió hasta la médula y puso a prueba mi confianza. Es una experiencia que dejó una impresión duradera y ha dado forma a mi confianza en Dios en momentos complicados y difíciles.
Aunque me encantaría revelar todos los detalles del suceso que desencadenó esa temporada en particular, lamentablemente no tengo la libertad de hacerlo. Compartiría todo contigo, pero existen ciertas limitaciones y legalidades que debo cumplir, por respeto a las partes involucradas. No cuento con la autorización de las partes para compartirte los detalles. Estoy seguro que te puedes identificar conmigo. Todos hemos tenido momentos y situaciones así. No olvides que son sólo eso: sucesos. Todo evento tiene un inicio, e inevitablemente tiene un final.
En ese momento particular, una situación de peligro para mi vida me obligó a decidir si quedarme en mi ciudad bajo protección o dejar todo atrás por un tiempo. Después de considerarlo, y orarlo decidí por la segunda opción. No fue fácil. Pero era lo que Dios tenía planeado para mi vida.
Debido a esa situación en particular, tomé la decisión de buscar asilo temporal en alguna iglesia. Después de realizar una investigación exhaustiva, en la base de datos del seminario sobre iglesias en comunión con el Seminario. Envié un correo electrónico a un par de iglesias, explicándoles la situación, pero no recibí ninguna respuesta. Como no tuve éxito, busqué en Google y el motor de búsqueda me brindó información sobre una iglesia Vineyard en Baton Rouge, LA. Tras enviarles un correo electrónico, recibí una respuesta casi inmediata. Tuve una llamada de Zoom con uno de los pastores, compartí lo que estaba pasando y amablemente me invitaron a estar con ellos.
Embarcarme en ese avión fue una experiencia desafiante ya que nunca antes había conocido a esas personas. No sabía nada de esa iglesia en particular. Había escuchado del movimiento, pues por allí de los años 90’s el movimiento Vineyard captó la atención del mundo entero. Aunque el camino a Luisiana fue desafiante, condujo a una experiencia más profunda con Dios, a una sanidad interior y a un santuario seguro. Cerré los ojos, respiré hondo y decidí dar el salto de fe. Mi corazón latía con emoción y una pizca de nerviosismo, pero sabía que este viaje sería uno para recordar. Ya podía sentir la adrenalina corriendo por mis venas, yo estaba listo para embarcarme en lo que esperaba que fuera una experiencia que me cambiaría la vida.
Creo que habían transcurrido dos meses de haber llegado a Luisiana, era verano, dos meses de ser amado, ser cubierto en oración y ser cuidado espiritualmente cuando nos dirigimos a Houston para una Conferencia Regional de Vineyard. En la primera sesión interpretaron esta canción que me tocó profundamente. La letra era tan enternecedora y conmovedora que dejó una impresión imborrable en mi espíritu.
Esta canción está basada en el Salmo 23. La canción es “Good Shepherd (Lead On)”.
Trae refrigerio a nuestras almas.
Mientras nos guías por los caminos que nos hacen libres.
Guíanos.
Mi oración ha sido y sigue siendo que mi alma sea refrescada por la Palabra mediante el mover activo del Espíritu Santo en mi vida. Podemos consolarnos con la promesa que Dios ha hecho de refrescarnos, y podemos estar tranquilos sabiendo que los medios para cumplir esa promesa ya han sido proporcionados por nuestro Padre Celestial.
El profeta Isaías, bajo la dirección de Dios, escribió:
Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta,
y torrentes sobre la tierra seca;
derramaré mi Espíritu sobre tu posteridad,
y mi bendición sobre tus descendientes.
Is. 44:3 (LBLA)
Nuestras vidas y nuestros corazones muchas veces se sienten como una tierra reseca y arida, sedienta de una sola gota de agua. Dios ha prometido enviar no sólo una gota, una llovizna o simple rocío, sino una lluvia constante que devuelve la vida. La Palabra de Dios, su cuidado por nosotros, su guía, su consuelo, la sanidad y la restauración que Él provee son como un diluvio divino que siempre trae renovación.
“Mientras nos guías por los caminos que nos hacen libres.” Los caminos de Dios conducen a la seguridad, la sanidad, la restauración, la libertad y la salvación. El camino que Dios crea conduce siempre a la vida. Jesús pronunció estas palabras no sólo a sus discípulos sino también a cada uno de nosotros:
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Jn. 8:32 (LBLA)
Descubrir la verdad es un viaje que conduce a un destino final: Cristo. Las Escrituras son el único medio a través del cual realmente podemos descubrirlo y encontrarnos con Él. La Biblia es un testimonio poderoso de la autorevelación de Dios, presentado en blanco y negro. Y lo tenemos a la mano. Al leer sus páginas, podemos descubrir lo profundo de Su carácter y las maravillas de Su amor.
La canción termina con la frase:
La bondad y la misericordia nos persiguen
Mientras moramos en tu casa para siempre
¿Dónde está nuestra morada? ¿Te has preguntado alguna vez si es una decisión consciente residir en la Palabra de Dios y disfrutar de Su hermosa presencia? Imagínate cuánto más satisfactorias serían nuestras vidas si buscáramos conscientemente Su presencia y nos sumergiéramos en Su Palabra. Es hora de tomar esa decisión hoy y experimentar el poder transformador de Su amor.