Al comenzar un nuevo año, muchos buscamos claridad, fuerza y dirección. Pero el evangelio nos invita a algo más profundo que nuevos propósitos o más esfuerzo personal.
Juan 1:14 nos revela una verdad que transforma nuestra manera de vivir: la Luz no vino de paso… vino a quedarse.
En este mensaje exploramos qué significa que “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. No como una idea religiosa o una metáfora espiritual, sino como una presencia real, cercana y permanente. Una luz que no se apaga cuando el año se vuelve difícil, oscuro o doloroso. Una presencia que hace morada en nuestra vida, mente, emociones, decisiones y rutina diaria.
En este episodio descubrirás:
Qué significa realmente que Dios decidió habitar entre nosotros
Por qué la Luz de Cristo no se apaga con las crisis
Cómo la gloria de Dios se revela en gracia y verdad, no solo en poder
Jesús como el Hijo único, sin comparación ni competencia
Qué implica vivir desde la plenitud de Cristo y no desde la escasez
Cómo comenzar el nuevo año no corriendo más rápido, sino permaneciendo
Este mensaje es una invitación a empezar el año desde la presencia de Dios, no desde la presión.
No desde el miedo, sino desde la plenitud de su gracia y verdad.
Si estás entrando a un nuevo año con cansancio, preguntas, heridas, esperanza contenida o necesidad de dirección, este mensaje es para ti.










